Después de verte, tan hermosa,
Dejaste en mí un gran deseo…
Una sensación plena y pura
¡Como la de un sediento en pozo seco!
¡Como la de un hambriento,
sin boca en un banquete!
¡Como la mente de un loco,
que muere por ser cuerdo!
Dejaste tú mi carne fresca
Ardiendo en llamas sin ser fuego
Y queriéndote aún más que ayer
Y mucho menos que mañana…
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