Muy buenos días
Mi palomita blanca
¿Aún estás aquí?
En la alta palma que sombrea
La ancha puerta de mi casa
¿Cuál es el motivo de tu estancia?
Lo sospecho…
O al menos,
Creo saberlo
Cada que salgo
A trabajar de mañanita,
Con gorgoteos y pasitos
Amorosa me saludas;
Y sólo de verte, palomita,
Mi alma animas
Y siento el camino
Más leve a mi oficina
El sol naciente
Que sale al frente de mi casa
De mañanitas te acaricia
Y con su luz te baña…
Y ya por la tarde
Palomita triste,
Le das tu espalda
Al sol poniente
Que se marcha
Certeza tengo…
Que el tronco seco
De esta alta palma
No es un buen nido
Ni bien te guarda
Y me pregunto…
¿Por qué escogiste esta palma?
¿Será que empollas?
¿O estás enferma?
Nada de eso, ahora entiendo
Que estás aquí cual bendición
Que Dios nos manda…
Y aunque han pasado
Velozmente los días y las semanas,
Aquí persistes, mi palomita,
Velando por nuestra casa,
Justo a la entrada
Del techo que bien nos guarda,
Donde hay tres almas
Que una a la otra
Tanto se aman |