| Yo soy aquelQuien ya solo  imagina
 Los besos tibios
 Que otrora tú me  dabas
 El que oye en  silencioLa risa  cristalina
 Saliendo de tu  boca
 Tan fresca y  femenina
 Sentado aquí  nostálgicoTe espero, amante  mía,
 La de mis  ilusiones
 E intimas pasiones
 Y al pensarte  sientoUna alegría  infinita
 Avalancha de amor
 Que arde y que me  agita
 Y mis sentidos se  abrenComo se abrió tu  flor
 Que fue botón de  rosa
 Abriéndose al  amor
 Y así fuiste mi  diosaAltiva y  silenciosa…
 La de la piel  marmórea
 Inmaculada y rosea
 La de los labios  púrpuraY plácida sonrisa
 Perlada y  contagiosa
 ¡Que no iguala  Monalisa!
 Bebiste de mi  bocaEl vino purpurino,
 Bebí yo de la  tuya
 El néctar de tu  amor
 Que dejó a mi  alma loca
 Y en la dorada  copaTus encarnados  labios
 Junto a los  tibios míos
 Se reposaron trémulos
 Sobre su borde  fino
 Y tu aroma de  diosaVolando por la  alcoba
 Quejidos y  suspiros
 De nuestras bocas  locas
 Tu encantada  sonrisaEnmarcada en la  línea
 Perfecta del  mentón
 Que sostiene tu  cuello
 Erguido, curvo,  altivo
 Que desciende y  se posaY de tu pecho  terso
 Donde erectos se  imponen
 En tus senos bellos
 Tus pezones de  ninfa
 Testigos de mi  amor
 Tu lánguida  miradaPupila miel  cautiva
 Ojerosa en la  entrega
 Me seduce y me  agrada
 Y todo en mi  cerebroEs vida y energía
 Y pasó la  nostalgia
 A un éxtasis de  amor
 Y sólo tú calmasMis añoranzas  locas
 Y brota la  primavera
 En mi otoñado  corazón
 Que se resiste al  invierno
 Que toca ya mi  puerta
 Aquí donde me  encuentroMientras sentado  observo
 Yo solo en mi  tormento
 De amores y recuerdos
 ¡Oh!, el recuerdo  ardeEs tormenta en mi  ser
 Como afuera la  nieve
 Es tormenta al  caer
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