Está bien pues… ¡me voy!
y este será mi adiós postrero…
talvez merezca yo
donde tan solitario
ahora estoy.
Lo nuestro fue un error
y el malo de los dos
según tú… sólo fui yo…
no importa,
lo siento mucho,
ahora me voy.
El error no fue tanto
no comprendernos,
más bien el error fue
no aceptar nuestros errores.
Dicen que lo contrario del amor
es odio con dolor;
ahora pienso que más bien es
egoísmo con rencor.
No ves, que te protegí tanto
y busqué en ti sin descanso
las delicias del amor
para los dos.
Sin embargo,
sólo encontré en ti
el egoísmo y el rencor…
¡Ahora me voy! |