| Volveré un día a susurrara tu tierno oído mis rimas,
 que dulcemente acaricien
 tu alma y corazón de niña.
 
 Y vendrá ese día cuando al fin
 con ojos rojos de envidia
 "mudos" rubíes mirarán,
 al saber que mis poesías
 en la intimidad solo tuya
 tú extasiada sientes "vida".
 
 Y llegará el día cuando pidas
 que bese tu tierna boca
 como suave picaflor,
 y beba tu dulce miel
 haciéndote mi mujer
 en un éxtasis de amor.
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