| Bella te vi ayer pasarpor el portal del rosal,
 y eras la más linda flor
 entre las que allí ufanaban
 ser la reina del rosal.
 
 Pasión el sol irradiaba
 sobre tu hermosa criatura,
 y aroma tu andar dejaba
 frescura que hasta hoy perdura.
 
 No hablabas, sólo mirabas
 de reojo y sonrosada…
 Yo dichoso contemplaba
 pues en mi, ¡tú te fijabas!
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