No es imposible cambiar
los malos hábitos de tu vida,
tampoco la tienes perdida
aunque invites a pasar
a la huesuda bandida
que ya te quiere llevar.
¿No ves como ella te mira?
Con ojos tan convencida
y blanca sonrisa creída…
Que a ti, ¡te ganó la vida!
¡No drogas! ¡No más bebidas!
¡Regenérate por Dios!
Seguro lo puedes lograr
con apoyo familiar
y ayuda profesional,
pero más con convicción
en tu propia decisión.
Si quieres tú desterrar
y el mal cortar de raíz,
solo te basta querer
y un poco en ti confiar.
Aunque destinado a triunfar
el vicio te va a truncar.
|