Temiendo a tu propio miedo
te lamentas confundido
amarrado a mil cadenas
y anclado a tristes recuerdos.
¡Rómpelas ya! ¿Qué esperas?
¡Libera tu carabela!
Iza tus velas al viento,
zarpa sin perder el tiempo
que esta noche y sus estrellas
¡serán para ti el aliento!
La mar te quiere calmar...
La mar te quiere arrullar...
La mar te quiere mimar...
¡Te quiere libre la mar!
Con el timón a tu mando
navegarás muy seguro,
volverás a estar en paz,
a nada más temerás.
La espuma de olas del mar
diluirá tu tormento
mientras se escuche distante
con el aullido del viento
alejarse tu lamento.
Cierra tus ojos y verás
que "el sufrir" se lo lleva el viento
quedando en la suave brisa
tú, la mar y el firmamento.
|