Orgulloso de ti
¡siempre serás!
de quien buscaste ser
como un tesoro,
que no por suerte
encontraste como el oro
la identidad que bien
tú representas
en tu corazón,
conciencia
y modo.
Heredaste en tus genes un caudal,
y tuviste el ejemplo más cabal…
si con esmero labraste tu destino
orgulloso al final podrás decir:
Quien yo soy…
¡dependió de mi!
A donde voy…
¡también lo es así!
Si en tu juventud fuerte construiste
ya en el ocaso de tu vida débil
agua fresca y sombra mereciste.
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